viernes, 25 de octubre de 2013

MAHLER: Sinfonía nº 4 en Sol mayor (reducción de Erwin Stein para conjunto de cámara)

Mahler juvenil
VOLVEMOS CON LOS MUCHACHOS DE VIENA, es decir, la “Sociedad de Conciertos Privados” (Verein für musikalische Privataufführungen) que fundara Arnold Schönberg para interpretar la música de avanzada. Uno de los discípulos del maestro, Erwin Stein, preparó una reducción de la Sinfonía nº 4 en Sol mayor de Gustav Mahler para un contingente instrumental mínimo. La sinfonía, así reducida a su estructura elemental, podía ser apreciada analíticamente por ese público inusual de compositores y músicos de oficio; aparte, en una época sin nuestros medios para reproducir el sonido, aquella solución cumplía una finalidad práctica: permitir la audición de música.

Ya que en un post reciente les compartí sinfonías de Mahler en reducción para piano a cuatro manos, sigamos en esa estela. La transcripción de Erwin Stein, bajo la atenta orientación de Schönberg, hace rendir de manera ejemplar el puñado de instrumentos elegidos y además —como apunta la excelente crítica de Anne Ozorio deja aflorar el carácter ingrávido y juguetón de la sinfonía, sin renunciar con ello a la penumbra o la profundidad tan propias de su autor. Stein tuvo algo a su favor: una sinfonía cuya instrumentación original coquetea a menudo con la música de cámara, aligerando texturas, concediendo episodios solistas a algunos instrumentos o dándose a fragmentar la orquesta sinfónica en “orquestinas” que ora entrechochan, ora colaboran.

Schubert MackerrasSINFONÍA nº 4 en Sol mayor, por la THOMAS CHRISTIAN ENSEMBLE y la soprano Christiane Oelze — Este registro ha sido aplaudido como una de las mejores lecturas de esta «versión de cámara» preparada por Stein. La voz cristalina de la soprano añade una fascinación especial al último movimiento, ese que mira el cielo desde los ojos de un niño (canción que proviene de ese cantero popular llamado «Cuerno Mágico de la Juventud», tan importante en la obra del compositor). Ya el justamente célebre movimiento lento, «Ruhevoll», está imbuido de evocación: Mahler confesó cierta vez a su amigo Bruno Walter que al escribirlo, recordaba las estatuas de santos medievales, con sus sonrisas y su actitud contemplativa, ajena a este mundo.

Notre-Dame de Auteil

¡Disfruten la obra en el link bajo estas líneas, y tengan un muy buen fin de semana!
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MP3 CBR 256 kbps | 4 tracks | RAR 102 MB

miércoles, 16 de octubre de 2013

MAHLER : Sinfonías nº 6 «Trágica» y nº 7 «Canción de la Noche» en arreglo para piano a 4 manos

Hoy les comparto dos ambiciosas transcripciones al piano. Sinfonías de Mahler, nada menos, ¡todo un desafío! Pues quien pretenda reducirlas se enfrentará a un autor que ambicionó contener mundos enteros en sus pentagramas — y podemos concordar en que lo consiguió. Sus obras expandieron los límites formales, instrumentales, conceptuales hasta entonces conocidos, aproximándose como ninguno antes de él al quiebre de la tonalidad. La rica vestidura instrumental es a menudo consustancial a la propia exposición de ideas (como sus elecciones de instrumentos “raros” en varias sinfonías: cencerros, látigo, martillos...).

Con todo, un creador de la talla de Gustav Mahler es poliédrico, siempre nos reserva sorpresas. En este caso, abordado bajo el enfoque de la reducción pianística, sucede algo parecido a las fotografías monocromáticas (sepia o blanco y negro), en las cuales la ausencia de color intensifica de algún modo la expresividad. Sin duda que estas transcripciones nunca jamás desplazarán los suculentos originales sinfónicos —y realmente poquísimas transcripciones pueden jactarse de equiparar o hasta superar su modelo— pero son útiles para profundizar en ellas, o mejor, para zambullirse en la mente de su creador. En este caso, siendo Mahler un brillante pianista en su juventud, es probable que el teclado “se infiltre” en su manera de pensar la música.

carátula

A continuación les comparto la Sinfonía nº 6 en La menor, «Trágica» (1903-1904), en reducción para piano a 4 manos de Zemlinsky, y la Sinfonía nº 7 en Mi menor, «Canción de la Noche» (1904-1905), adaptada para los mismos medios por el maestro italiano Alfredo Casella.

Mahler había iniciado desde 1901 otra andadura artística, renunciando al uso de «barandas» tomadas de la literatura para explicitar sus intenciones. En este período netamente instrumental escribió tres sinfonías sin canciones ni voz humana: la Quinta, Sexta y Séptima. No obstante, dos de ellas llevan subtítulos a modo de ambigua pista de interpretación; son estas dos obras, complejas y de popularidad esquiva, las elegidas para el repertorio de hoy por las pianistas alemanas Silvia Zenker y Evelinde Trenkner.

La Sexta es llamada Trágica no sólo por su tonalidad, sus desgarros típicamente mahlerianos o su escritura tensa e intrincada, sino por su conclusión única, funesta, hasta nihilista, donde no cabe la habitual victoria o trascendencia que el compositor apuntó en todas las demás sinfonías.

La Séptima guarda otras complejidades. Es la menos popular pero probablemente la más debatida de las sinfonías compuestas por Mahler. Consta de cinco movimientos, dos de ellos (segundo y cuarto) compuestos primero y denominados Nachtmusiken (“músicas nocturnas”). Su estructura es quizá la menos equilibrada y definitivamente no ofrece unidad de inspiración, pero también es la de lenguaje más “modernista”, corre más riesgos y los vence muy bien. El compositor albergó muchas dudas durante la escritura de esta pieza, alternó la disposición de sus movimientos interiores, corrigió la orquestación, y al dirigir su estreno sólo obtuvo del auditorio una educada tibieza.

Para mí fue la primera sinfonía de Mahler que oí conscientemente (no en este arreglo, claro) y por eso, me atrae. La adaptación al piano de Alfredo Masellamúsico extraordinario que comienza a ser redescubierto—, aunque menos efectiva que la anterior, no deja de ser un deleite para quienes aprecien la literatura pianística.

Queridos amigos, disfruten:

Fragmento de la Sinfonía nº 7, “Canción de la Noche”
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MP3 VBR - 44 kHz | 9 tracks | RAR 178,4 MB | mega

martes, 8 de octubre de 2013

poesía | JOSÉ EMILIO PACHECO


PachecoGATIDAD


La gata entra en la sala donde estamos reunidos.

No es de Angora, no es persa
Ni de ninguna raza prestigiosa.
Más bien exhibe en su gastada pelambre
Toda clase de cruces y bastardías.

Pero tiene conciencia de ser gata.
Por tanto
Pasa revista a los presentes,
Nos echa en cara un juicio desdeñoso
Y se larga.

No con la cola entre las piernas: erguida
Como penacho o estandarte de guerra.

Altivez, gatidad,
Ni el menor deseo
De congraciarse con nadie.

Duró medio minuto el escrutinio.

Dice la gata a quien entienda su lengua:
Nunca dejes que nadie te desprecie.


José Emilio Pacheco

viernes, 4 de octubre de 2013

SIBELIUS :: Segunda y Quinta sinfonías :: Jukka-Pekka Saraste

Grullas volando hacia el ocaso

Fragmento de la Quinta Sinfonía, mov. final. Se dice que Sibelius concibió este segmento al contemplar el paso de una bandada de cisnes (otros dicen que fueron grullas)

Las dos sinfonías más bienvenidas de Jean Sibelius han sido siempre la Segunda y la Quinta, si tomamos como barómetro su popularidad. Por supuesto que esa afirmación no equivale a una “canonización artística” y la cúspide del sinfonismo sibeliano se halla más bien en otras producciones. Pero, a lo que parece, estas dos obras han sabido robarse el corazón de los auditorios.

Sibelius fumando
El ascenso de Sibelius en el reconocimiento de su país y el mundo coincidió con el cambio de siglo y la ebullición nacionalista que cundió en el Gran Ducado de Finlandia, entonces súbdito de Rusia. La nación en ciernes encontró en el gran músico su cantor nacional, el artista que interpretaba su hondo sentir, más o menos como Italia se celebró a sí misma en el arte de Verdi. Y no cabe duda que el compositor nórdico “tradujo” su querida tierra natal en música de impresionante calidad.

No obstante, existe un elemento que me llama la atención en este risorgimento finlandés, tan distinto al italiano: la recurrencia a la ancestralidad del mito para asentar su propia identidad. El Kalevala, ciclo mitológico compilado por Elias Lönnrot a partir de la tradición oral todavía vigente en el siglo XIX, es, como dice la Wikipedia, una “reminiscencia y conceptualización metafísica de la generación mítica del pueblo finés, a la manera de los cantares de gesta medievales”.

Es decir, aunque en términos formales Finlandia adoptó la moderna noción política de Estado acuñada por la Revolución Francesa, en términos psicológicos buscó los arquetipos de su identidad en sus tradiciones autóctonas más venerables. Sibelius sacó gran provecho de este cantero creativo, ya en sus poemas sinfónicos, ya en sus sinfonías. Estas últimas, aun sin ánimo descriptivo, demuestran un capacidad evocadora que nos remite, digamos “por afinidad espiritual”, a un modo de ser notoriamente receptivo de su naturaleza agreste.

Bardos

Dos bardos fineses salmodiando el ancestral Kalevala / Era costumbre que los bardos, al tiempo que recitaban, mecieran sus cuerpos adelante y atrás, sentados uno frente al otro como en la fotografía. Gran parte de la poesía popular era cantada del mismo modo.

 

Caricatura de SibeliusHoy les ofrezco las Sinfonías 2 y 5 de Sibelius, exponentes rotundos de lo que podríamos llamar el estilo heroico del compositor, en donde el pensamiento musical abstracto refleja a la vez su talento «pictórico», su arte para generar grandes frescos mediante ideas fragmentarias que crecen en nitidez sucesivamente, obedeciendo una lógica interna muy meditada, o también, claro que sí, su consumada habilidad como instrumentador.

Cito a José Luis Comellas:

«Aliento épico, orquesta poderosa (puede recordar a Wagner, también a los mejores rusos, pero siempre con rasgos de originalidad muy personal), un descriptivismo muy vivo que nunca sabremos lo que describe, algunos fragmentos líricos que recuerdan canciones populares, pero, por mucho que busquemos, no encontraremos canciones populares parecidas, ni en Finlandia ni en ninguna otra parte. Podemos imaginarnos bosques umbríos, lagos helados, desenfrenadas carreras de trineo en noches de luna... (...) Lo cierto es que con aquella poderosa capacidad expresiva, utilizando todos los recursos de la orquesta, encontrando siempre frases originales que no parecen tener solución y alcanzan finalmente una desembocadura gloriosa y deslumbrante, se convirtió en el gran cantor de Finlandia, en el símbolo de su patriotismo irredento.»

Sus años de aprendizaje en Alemania dejaron huella en su música, y junto al ejemplo de Wagner (cuyo manejo de los instrumentos de metal le admiraba), Sibelius asimiló elementos de Bruckner, como el característico murmullo de las cuerdas antes de lanzar un tema.

Les dejo estas admirables sinfonías en versión del director Jukka-Pekka Saraste al frente de la Sinfónica de Radio Finlandia. Este equipo firma versiones ejemplares de las dos obras, capaces de competir de igual a igual con otras de mayor nombradía (como las de Maazel u Ormandy) y comprendiendo como pocos el personal universo sonoro de Sibelius. ¡Disfrútenlas!

» D E S C A R G A

MP3 ABR ~ 205 kbps 48 kHz | 7 tracks | RAR 110 MB

 
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