lunes, 30 de julio de 2012

Obras para Orquesta de Cuerdas

La familia de las cuerdas es prácticamente el “miembro fundador” de las agrupaciones musicales permanentes. Distingo lo de permanente porque durante mucho tiempo la práctica instrumental a gran escala consistió en reunir la mayor cantidad posible de ejecutantes diversos a fin de hacerlos “sonar fuerte” al aire libre o en recintos ceremoniales. Lo bueno es que no faltó el buen tino para buscar un mínimo de homogeneidad —no todos los instrumentos son cultivados por igual número de personas, y hay maneras preferibles a otras cuando se trata de combinarlos—.

Pero entonces los instrumentos de arco alcanzaron su «mayoría de edad» gracias a geniales artesanos italianos, y con ello se impusieron en el escenario. Los varios registros (agudo, alto, medio, bajo) se dividieron en instrumentos específicos y el violín se alzó como el gran solista durante casi dos siglos, hasta la aparición del piano. La orquesta de cuerdas sólo fue admitiendo otros acompañantes muy paulatinamente, hasta que el mundo germánico irrumpió con su brillante aptitud para la música instrumental y para enriquecer la orquesta mediante nuevas sonoridades. Aun así la voz principal quedó a cargo de las cuerdas debido a sus virtudes: agilidad, fuerza y claridad melódica, combinadas con un timbre sumamente expresivo y lleno de matices. La creación del Cuarteto de Cuerdas por parte de Haydn aseguró a esta familia un nicho musical que sigue perfectamente vigente. Al ampliar esa formación surgieron nuevas combinaciones, oportunamente aprovechadas por los genios de turno. No nos extrañe, así, que la orquesta de cuerdas siguiera en activo incluso durante el apogeo de la multiplicadísima orquesta tardorromántica.

Hoy, amigos y amigas, comparto un disco con repertorio exclusivo de esa formación, representada aquí por The Helsinki Strings bajo la dirección de Csaba y Géza Szilvay.

    SchoenbergArnold Schönberg (1874-1951): »VERKLÄRTE NACHT« Op. 4 — arreglo para orquesta de cuerdas. Esta pieza en un solo movimiento, inicialmente concebida para sexteto de cuerdas, marca la madurez artística del futuro inventor de la dodecafonía. Aquí no ha roto aún con la tradición; se halla bajo influencia de Wagner, notoria en las armonías desgarradas que llegan a lo politonal, mientras cultiva un elaborado contrapunto inspirado en Brahms. En un primer momento la ejecución de esta obra fue rechazada, acusándola de sonar »como si alguien hubiera emborronado la partitura de Tristán e Isolda cuando la tinta estaba húmeda«. Schönberg toma título e inspiración de una poesía escrita por Richard Dehmel —compartida en este blog— en la cual una mujer confiesa al hombre que ama su embarazo de un amante anterior. La intención del compositor es sugerir estados emocionales y no desarrollar un argumento, aunque obedece sumariamente la línea del relato.

    SibeliusJean Sibelius (1865-1957): »ANDANTE FESTIVO«. Esta composición circunstancial data de 1922 y cierra el catálogo orquestal del gran sinfonista nórdico. Sin embargo, como ocurría siempre con Sibelius, la obra que conocemos hoy tuvo comienzos bastante diferentes. Para empezar, se trata de la reelaboración de material esbozado muchos años antes. Fue escrita para cuarteto de cuerdas; luego, en 1929, se la escuchó con doble cuarteto de cuerdas en el matrimonio de una nieta del compositor. Diez años más tarde, Sibelius preparó una versión ampliada a orquesta de cuerdas y timbal, la que dirigió personalmente para difusión radial en el año nuevo de 1939. Hubo sólo un ensayo previo, durante el cual el compositor manifestó a los músicos: »toquen con más humanidad«. Y si algo tiene esta emocionante página es, justamente, una profunda humanidad.

    ShostakovichDmitri Shostakóvich (1906-1975): »SINFONÍA DE CÁMARA PARA ORQUESTA DE CUERDAS« Op. 110a — arreglo del Octavo Cuarteto de Cuerdas. Tan rebosante de talento como de conflictos interiores, este genio ruso, uno de los mayores compositores del siglo pasado, vivió entre el beneplácito y la persecución del régimen soviético, siempre atento al provecho político que pudiera brindarle el talento de sus artistas. Temeroso y rebelde a la vez, Shostakovich desahoga en el pautado sus numerosas angustias y transforma la escritura musical en criptograma de sentimientos contradictorios, a menudo disimulados para sortear las censuras oficiales. Entre sus trabajos más personales figura el Cuarteto de cuerdas nº 8, compuesto en 1960 y dedicado »a las víctimas de la guerra y el fascismo«, tras visitar la todavía arruinada ciudad de Dresden. Pero al mismo tiempo abrigaba otra intención: ese cuarteto estaba concebido para ejecución póstuma... en memoria de sí mismo. La adaptación a orquesta de cuerdas fue realizada por Rudolf Barshai y aprobada por el compositor en persona.

    PucciniGiacomo Puccini (1858-1924). »I CRISANTEMI«. Si la obra anterior tenía una intención fúnebre encubierta, acá es declarada. El autor de famosas óperas como Madame Butterfly y La Bohéme casi no produjo obras en otro género, salvo un puñado de páginas instrumentales al inicio de su carrera; entre ellas está la miniatura que cierra nuestro repertorio, dedicada en 1890 a la memoria de Amadeo, Duque de Saboya. El título alude la flor que alegraba las tumbas en el Día de Difuntos.
Amigos, amigas, les dejo este disco para que lo disfruten:

» D E S C A R G A

MP3 VBR ~ 224 kbps | scans | 8 tracks | RAR 109,4 mb

miércoles, 25 de julio de 2012

poesía | DEHMEL

Dehmel en 1905

Noche transfigurada


(fragmentos)

Dos personas atraviesan un desolado y frío bosque; la luna les acompaña, y ellos la observan.
La luna pasea por los altos robles;
ninguna nube opaca la luz del cielo, donde se extienden negras ramas.
La voz de una mujer dice:

«Llevo un niño, pero no es tuyo,
camino a tu lado en pecado.
Cometí una grave ofensa contra mí misma.
Creí que ya no podría ser feliz
y aun así sentía el fuerte anhelo
de sentir la plenitud, la felicidad de ser madre.

Así fue como me atreví;
dejé que mi sexo se estremeciera,
tomado por un hombre extraño.
Ahora la vida cobra su venganza:
ahora que a ti, oh, a ti te he encontrado.»

Ella camina con paso torpe.
Levanta la vista; la luna se acerca.
Su mirada sombría se ahoga en la luz.
La voz de un hombre dice:

«Ese niño que has concebido
no debe oprimir tu alma,
¡mira el claro resplandor del universo!
La gloria rodea todas las cosas;
tú vas conmigo a la deriva en un mar frío,
pero un calor peculiar vibra
desde ti hacia mí, y desde mí hacia ti.
Esa llama transfigurará al pequeño,
que darás a luz como si fuese mío;
tú me has traído la gloria,
me has convertido en un niño.»

Él la toma de sus fuertes caderas.
Su aliento se besa en el aire.
Dos personas atraviesan una imponente y clara noche.


Richard Dehmel


Klimt

«El abrazo» (detalle) / Gustav Klimt


Este poema inspiró en 1899 la temprana obra maestra homónima de Arnold Schönberg, Verklärte Nacht Opus 4, su más lírica producción, escrita en tres semanas luego de conocer a Mathilde von Zemlinsky, su futura esposa. Esta pieza, concebida originalmente como Sexteto de cuerdas en un solo movimiento, fue arreglada por el compositor para orquesta de cuerdas en 1917, revisándola de nuevo en 1943.

Puedes encontrar esta creación de Schönberg AQUÍ.

martes, 17 de julio de 2012

Cosas de gripe y tiempo libre

Una gripe nunca es bienvenida, menos si te arrebata un fin de semana largo. Pero eso me ocurrió y frente a la realidad no caben evasivas: debí soportar un repertorio de síntomas molestos que impidieron cualquier iniciativa provechosa en tres días que, para colmo, lucieron despejados y luminosos. Habrían sido ideales para una de mis actividades más queridas, la jardinería, aprovechando esta temporada de poda.

En fin, las limitaciones humanas tienen sus ventajas, si decides no amargarte examinando la vida social de tus amigos sanos en Facebook o especulando las muchas cosas que no podrás hacer. La verdad es que esta forzosa temporada horizontal me trajo ocasión para otras aficiones que me cautivan de siempre, aparte de la música. El comic, llamado con razón Noveno Arte, es una de ellas, dado que practico el dibujo desde la infancia. Así, me entretuve con algunos maestros preferidos: Frank Cho y Hergé, a quienes admiro por la nitidez de sus líneas; Harold Foster, que en lugar de viñetas podía dibujar cuadros; el dibujo perfecto de Briand Bolland, los claroscuros reveladores y la imaginación de Will Eisner, etc.

Pero también se tiene ocasión de encontrar. Y dos agradables obsequios que recibí por correo los vuelvo a colocar a disposición aquí, esta vez para ustedes, queridos amigos y amigas. En primer lugar una serie de fotografías absolutamente fascinantes. Se trata de panoramas aéreos capaces de girar en 360º según uno mueva el mouse. Pueden ver la lista completa AQUÍ o antes probar un ejemplo, pinchando la imagen del castillo Neuschwanstein cubierto de niebla:



* * *

En segundo lugar, y mucho más fascinante, un video en la Web centrado en Alice Herz-Sommer, pianista judía llevada al campo de concentración de Theresienstadt, y que hoy, con sus 108 años es la más antigua superviviente del Holocausto. No obstante, lo verdaderamente milagroso es constatar que ni el tiempo ni la tragedia marchitaron en ella un espíritu luminoso, cálido y de humanidad avasalladora. Personalmente, me ayudó a consolidar aun más las motivaciones que me llevaron a abrir esta página y compartir cuanto hay en ella. En fin, disfruten de corazón la lección de vida que nos brinda esta anciana... más joven que todos nosotros.


miércoles, 11 de julio de 2012

SONES del CÁUCASO

Niño músico en Georgia Un pequeño músico georgiano junto a instrumentos típicos / foto: Jemal Kasradze

Cuentan los mitos griegos que Zeus encadenó al rebelde titán Prometeo en las montañas del Cáucaso, tras robar el fuego para los mortales. Otra leyenda sitúa el origen de los pueblos que lo habitan en Caucas, bisnieto de Noé. Es que el escenario natural y la larga historia escrita en esa región clama por grandeza; situada entre el Mar Negro y el Mar Caspio, es allá donde se produce el encuentro de dos continentes, Europa del Este con Asia Occidental.

Como apunta la Wikipedia, “se trata de una región con una dilatada historia, por la que han pasado gran variedad de pueblos y civilizaciones, que se reflejan en su actual composición étnica, religiosa y lingüística”. Historia variada, sí, como también conflictiva y dolorosa en más de una ocasión, particularmente para el pueblo armenio. Tal oposición de mundos sacudiendo un mismo lugar recuerda un poco la inquieta diversidad cultural de los Balcanes.

La música del Cáucaso delata influencias occidentales y orientales, aunque podría decir que estas últimas marcan más. Durante el siglo pasado gran parte del Cáucaso cayó bajo jurisdicción de la URSS. Lo restante fue a parar a manos de Turquía y Persia (luego Irán). En el terreno creativo, los músicos procedentes de los países sovietizados de la región —Georgia, Armenia, Azerbaiyán...— debían acatar la doctrinas estéticas oficiales o exponerse a las mismas penurias de sus colegas de cualquier procedencia. Por ejemplo, entre los músicos soviéticos con mayor repercusión internacional figuró un eminente compositor georgiano de padre armenio, Aram Jachaturián, cuyas obras, especialmente sus ballets, marcaron época... sin que ello le librara de ser acusado en 1948 por el Comité Central del Partido de “tendencias burguesas y antirrevolucionarias”. Afortunadamente las consecuencias de su “falta” no fueron demasiado trágicas para el compositor...

Shostakovich, Prokofiev, Jachaturián Tres grandes de la música rusa posan juntos en 1940: Prokofiev, Shostakovich y Jachaturián

Es interesante aludir a Jachaturián ya que en su música se prolongó la vertiente para unos oriental, para otros exótica que había aportado a la Escuela Rusa Aleksandr Borodín… descendiente directo de un príncipe del Cáucaso, Luká Gedevanishvili. A pesar de su breve obra y su muerte fulminante, la influencia de Borodín fue perdurable, abriendo un nicho a los creadores caucasianos. Entre éstos, aparte del citado Jachaturián, se cuentan el muy galardonado Fikret Amirov, nativo de Azerbaiyán; los georgianos Sulján Tsintsadze y su tocayo Sulján Nasidze; o los armenios Sergei Zajárovich Aslamazyan y Alexander Grigori Arutiunyan.

De todos ellos —salvo Jachaturián— se incluyen obras en el registro que les comparto hoy, «Impresiones del Cáucaso», a cargo de la Orquesta de Cámara del Cáucaso dirigida por Uwe Berkemer. Es música a la vez exótica y moderna, alternando el lenguaje de las vanguardias del siglo XX con resonancias nítidas del folklore. Además, con la particularidad instrumental de ser todas composiciones escritas para orquesta de cuerdas.

¡Disfrútenlo!

Bailarinas armenias en París Ballet Folklórico del Cáucaso en París, 1960 / foto: Studio Boris Lipnitzki
aquí

mp3 VBR ~ 224 kbps | 18 tracks | .rar 115 MB | Yandex

jueves, 5 de julio de 2012

Reaparece el Códice Calixtino



Hace casi un año me condolía en esta página por la sustracción del Códice Calixtino desde la Catedral de Santiago de Compostela, que cautelaba el libro con supuesto rigor. Fue aquello un campanazo de alerta sobre la vulnerabilidad de tesoros semejantes, y por supuesto puso en movimiento la reacción pública y, espoleada por ésta, las investigaciones a todo nivel. Desde ayer la búsqueda llegó felizmente a su fin: el Códice ha sido recuperado.

El antiguo libro recopila en sus páginas orientaciones, canciones e ilustraciones relacionadas con la Ruta Jacobea, y constituye un tesoro bibliográfico y cultural absoluto e irreemplazable. Según los testimonios policiales, el presunto autor es un ex electricista que trabajó en la Catedral compostelana y que conocía muy bien el sistema de seguridad. Como sea, junto con celebrar el hallazgo del Códice Calixtino —en buenas condiciones, además— queda en pie la advertencia para resguardar debidamente este patrimonio de la Humanidad.

miércoles, 4 de julio de 2012

La Orquesta de Kinshasa

Populosa, en un continente de millones. Pobre, en el país más pobre del mundo. Humanamente diversa. Tal es Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. Ser la ciudad principal de un país atormentado por la guerra, por el hambre, por nuevas pestes, por la más variadas miserias, podría tentarnos fácilmente a la desesperación. Y sin embargo, ese doloroso rincón del mundo sabe ofrecernos una emocionante lección de esperanza, inspirada por el afecto a lo mejor del ser humano. Me refiero a la Orquesta Sinfónica de Kinshasa, única agrupación instrumental de ese país, compuesta por músicos profesionales y amateurs, o para ser más exacto, por músicos netos entre los cuales unos dedican todo su tiempo a la profesión y otros deben alternarla con más oficios. Ahí donde vayan llevarán sus instrumentos consigo para arrancarles música. Música, que se convierte así en audacia y en milagro. Probablemente nada pueda sintetizarlo mejor que la afirmación de una cantante asociada a la orquesta: «Para mí cantar es orar». Ella no se equivoca; cuando la gran música se hace presente, crea un ámbito propio dentro del cual se hace posible la trascendencia por sobre cualquier limitación material. La utopía es posible. La Orquesta de Kinshasa nos lo demuestra.


En 2010 los directores alemanes Claus Wischmann y Martin Baer presentaron un precioso documental denominado «Kinshasa Symphony». No lo tengo en mi poder para compartirlo, pero búsquenlo, véanlo. Son los relegados del mundo conjurando su tragedia cotidiana en nombre de la música, pero en realidad, en nombre de ideales y valores más altos que nada ha podido matar.


 
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